jueves, 24 de febrero de 2011

BANSEFI Y LA CARABINA AMBROSIO=MISMITO





Lo primero que hay que manifestar es una protesta por el generalizado modo arbitrario, despótico y grosero, de plano, de los servidores públicos entronizados en esta banca gubernamental.

Decir gobierno es decir burocracia. Y cuando se menciona esa palabreja se le enchina el cuerpo porque todo mundo sabe que son los verdugos del pueblo. Les vale madre la cortesía, la atención y la capacidad. Son ineptos y rudos en su trato, por antonomasia.

En seguida, es notoria la falta de escrúpulos en que los directivos se enfrentan al reto de servir a sus propios compañeros, también trabajadores al servicio del estado--entendiéndose por "estado", la plutocracia, el cacicazgo y la jefatura al estilo villista-- de suerte que a quienes hacen trámites del ISSSTE les toca una sopa de su propio chocolate, porque ahí se van a encontrar con falta de atención y ese valemadrismo tan obvio.
Por último, si estos dizque servidores usan un servidor para el sistema computorizado, igualmente les vale una pura y dos con sal, porque el servidor es inexistente.
Ejemplo: en toda sucursal es típica la respuesta del energúmeno detrás de cristales que le informa: -- No hay línea, no hay servicio, no puedo tramitar nada.
Es decir por alguna razón cómoda, están allí para decir: NO y NO HAY.
En efecto, nunca están conectados a la red.
Espeluznante dato: en el poblado de Xochitepec, en Morelos, he acudido todos los días en distintas horas hábiles y el responsable irresponsable, no más me dice: ¡No hay conexión. No hay línea. No hay manera de atenderlo.

"¡¡Basta ya!", resulta una frase sobada y sabida y gastada. Simplemente, no hay forma ni escape para esta lacra.
El pueblo seguirá sometido a los caprichos de esta clase de zánganos.

Se requiere una revolución al estilo egipcio, ¿no? Porque al estilo mexicano, creo que ya se nos olvidó. Antes había una revuelta cada año...